Estoy abatido tras una
semana dura de trabajo y encima ahora esto. Por lo menos voy a intentar
buscarle el lado divertido ya que lo
tengo que hacer de todos modos….
Es temprano, muy
temprano. Ni si quiera ha amanecido en la capital y yo apenas puedo dormir del
calor que estoy pasando esta noche. Cualquier madrileño que viva en Carabanchel
puede hacerse una idea de lo que hablo. No aguanto de los nervios, que siempre
me preceden en un viaje y como sé que no voy a poder conciliar el sueño, inicio
los preparativos para ponerme de camino.
Al bajar al garaje, a
medida que bajo la rampa, veo el coche de mi padre en su plaza y delante debería estar mi moto,
no la veo. El corazón se me pone a mil y los peores pensamientos se me pasan
por la cabeza, realmente sin darme cuenta acelero el paso y espero que tan solo
sea un efecto óptico. Buffff, realmente lo ha sido, todo ha quedado en un temor
pasajero pero que me ha dejado nervioso.
Hoy es un día de protesta
cariñosa en honor a mis compis del Foro NC. Siempre se ponen títulos
esperanzadores de rutas impresionantes y vas todo nervioso a clicar y descubres
un escueto texto diciendo, “nos lo hemos pasado genial…. Ha sido una ruta
increíble……” así q ue en su honor y desde el cariño, les dedico esta
ruta-protesta. Como no hay protesta sin pancarta, ahí va la mía.
Coloco mi equipaje y
comienzo mi pequeña aventura con ilusión pero con un poco de respeto ya que van
a ser muchos kilómetros y muchas horas encima de la moto y no sé cómo lo va a
aguantar mi cuerpo.
Mi primera parada es
Burgos capital, allí tengo pensado repostar y sacar dinero en efectivo ya que
me imagino que para la zona a la que voy tendrán problemas con el datáfono.
Ahora entiendo porque a
Madrid se le llama la ciudad que nunca duerme, son las 6 y poco de la mañana y
en las calles se ve gente, ni qué decir tiene que sigue habiendo tráfico en las
carreteras al contrario de lo que yo pensaba.
Salí sin el forro térmico
de la chaqueta ya que hacía bastante calor esa noche. Los kilómetros comienzan
a avanzar y por fin abandono esta agresiva urbe.
Estoy contento y
expectante por lo que me deparará el día y la verdad, no hay nada mejor que ver
un amanecer en vivo y en directo.
Los kilómetros siguen sucediéndose a un ritmo constante, no
vertiginoso pero si implacable, avanzaban a las misma velocidad que los
minutos, y como si, al igual que el tiempo, ya no hubiera marcha atrás.
La temperatura había
descendido drásticamente y tenía frío ya que debajo de la chaqueta únicamente
llevaba mi camiseta favorita de ruta, ligera, fresca y molona. No quería parar
por lo que he dicho antes, no quiero perder tiempo pero al final, mi hombría
quedó por los suelos y tuve que parar a la altura de Lerma para abrigarme, la
temperatura era de unos frescos 18º
A medida que me colocaba
capas cual cebolla, decido inmortalizar a blanquita (no me canso de verla).
Tras el repostaje tanto de combustible como monetario, me voy dirección
Pancorbo.
Es un pueblecito al norte de Burgos con un desfiladero impresionante.
Decido parar y mezclarme un poco con el grandioso paisaje.
Una vez arriba las vistas son espectaculares.
Encauzo la carretera
correcta y tengo que pasar por la zona del Sobrón. En serio una zona
espectacular, carreteras de suaves curvas enlazadas que te hacen bailar con la
moto e ir de lado a lado sin pararte en la vertical ni un momento, estupendo
asfalto y un paisaje que te llena de asombro. Una carretera al borde de un
embalse y encajonada en unos muros verticales que apenas te dejan ver el
horizonte, solo quieren que te concentres en la maravilla que estás viendo.
Me dieron ganas de dar
marcha atrás y volver a recorrerla de nuevo, esta vez sin paradas ni fotos,
sólo disfrutando pero llegaba justo a mi cita laboral y me marche de allí con
una sonrisa y deseando volver.
Estaba muerto de calor y tenía
la mitad de la ruta por delante. Decidí seguir las indicaciones que me dio un
compañero y me puse camino a “el pozo azul” a darme un baño.
Desde este punto, empezó
lo más duro del viaje. Un tramo de carreteras destrozadas repletas de curvas y
bellos paisajes pero el calor era demoledor. No me apetecía hacer fotos, sólo
quería llegar y refrescarme pero tampoco podía acelerar el ritmo debido al
estado de la carretera. Únicamente estaban bien asfaltadas las innumerables
horquillas que recorrí. No me cruce con nadie en kilómetros y la sensación era
de auténtica soledad e incomunicación pero en mal plan.
Tras pasar el pueblo de
Sedano, la carretera se adecentó un poco y volvi a disfrutar aunque el
cansancio ya hacia mella, sobre todo psicológica.
Por cierto hice una foto
chula pero no me digas donde, estaba harto.
Tras tomar varias
carreteras encontré esto.
Dios allí voy, me daban
ganas de irme despelotando por el camino para ganar tiempo.
Llegué a la zona de
aparcamiento que era preciosa y anduve los 250 m que me separaban de mi
refresco.
Cuando llegué el sitio
era espectacular, he decidido no tocar la foto para que se vea tal cual lo
capto la cámara.
Me subí aun alto y
disparé.
Antes de bajar, noto que
pierdo peso y algo suena, y veo la cámara rodar ladera abajo con trípode
incluido y yo corriendo absurdamente detrás de ella y partiéndome de risa.
Estoy solo y el sitio lo
merece. ME VOY A BAÑAR EN PELOTAS!!! Jajaja. Al final no sé porqué me metí con
los gallumbos y menos mal porque instantes después apareció un par de parejas
avanzadas en edad a ver la preciosa estampa, ya no tan preciosa ya que mi
cuerpo no es muy escultural por lo que deduzco que se fueron rápido por eso
jejeje, pero era muy divertido. A todo esto, me pico un tábano en el culo.
Tras informarme me dirijo
a Orbaneja que está a 15 minutos. De este pueblo no tengo nada que decir,
porque es tan impresionante que habla por sí solo.
PUTAS ESCALERAS.
Me fui a comer al primer
restaurante que vi y que tenia buena pinta. La comida fue buena pero realmente
estaba agotado. Después de comer me costaba ponerme en pie y segui haciendo mucho calor.
La vuelta de Orbaneja no
tiene nada reseñable. Solo calor y aburrida autovía pero el día había sido
generoso en paisajes, sensaciones y la verdad que es una de las rutas que jamás
olvidare.